La Necesidad De Aprender A Vivir
LA NECESIDAD DE APRENDER A VIVIR
Conferencia de Samael Aun Weor
El Quinto Evangelio
Bueno, comenzaremos con nuestra plática de esta noche. Ante todo, mis estimables hermanos, se hace necesario saber vivir; esto es algo que debemos entender…
Cuando platicamos con alguien, éste nos cuenta los diversos sucesos de su vida; nos habla, dijéramos, de acontecimientos, de lo que sucedió en determinadas épocas de su historia (como si la vida fuera, únicamente, una cadena de eventos).
No se dan cuenta las gentes de que además de las circunstancias de la existencia, existen también los ESTADOS DE CONCIENCIA; la capacidad para vivir se basa, precisamente, en la forma como uno acierta a combinar los Estados Concientivos con las circunstancias de la existencia.
Puede darse el caso de que una circunstancia que podría haber sido feliz, no lo fue, debido a que no supimos combinar el Estado Concientivo con el evento en sí mismo…
Cuando examinamos el mundo en que vivimos, podemos verificar el hecho contundente, claro y definitivo, de que hay personas que deberían ser felices y no lo son. Hemos conocido muchos casos concretos de sujetos que tienen una buena casa, un hermoso carro, una magnífica esposa, preciosos hijos y dinero suficiente, y sin embargo, no son felices.
En cambio, hemos podido ver, corroborar el caso de individuos pobres, que están menesterosos, posiblemente humildes trabajadores de pico y pala, que ni gozan de una hermosa mansión, ni tienen más dinero que el que se necesita para el diario sustento, ni usan precioso automóvil último modelo, y que sin embargo, son felices en sus hogares con sus hijos (pobres pero limpios, aseados), y sus esposas hacendosas y sinceras.
Así, pues, no es el dinero, en sí mismo, el que puede darnos la felicidad; todo depende de la forma en que uno sepa combinar los Estados Concientivos con los sucesos o las circunstancias de la vida práctica.
Si alguien colocado en magníficas condiciones no está a la altura de las circunstancias, si no sabe combinar, inteligentemente, los Estados Concientivos con el medio en el que se desenvuelve y vive, incuestionablemente será un desdichado.
Empero otro, que aunque esté en circunstancias difíciles, sí sabe combinar los hechos de su vida práctica con los Estados de Conciencia, logra bienestar, prosperidad, felicidad, etc.
Así, pues, que se hace urgente comprender la necesidad de APRENDER A VIVIR SABIAMENTE…
Si queremos un cambio definitivo de las circunstancias de la vida, se hace necesario que tal cambio se verifique primero dentro de nosotros mismos; si internamente no modificamos nada, externamente la vida continuará con sus dificultades…
Ante todo, es necesario, HACERNOS DUEÑOS DE SÍ MISMOS; mientras uno no sepa gobernarse a sí mismo, tampoco podrá gobernar las circunstancias difíciles de la existencia.
Cuando contemplamos los diversos acontecimientos de la vida, cuando vemos este orden de cosas, podemos evidenciar que las gentes son verdaderas máquinas que no saben vivir: Si alguien les insulta, reaccionan furiosas; si alguien les saluda, sonríen dichosas; resulta muy fácil en verdad, para cualquier perverso, jugar con las Máquinas Humanas; puede hacérseles pasar de la tristeza a la alegría, y viceversa, con sólo decirles unas cuantas palabras.
¡Qué fácil les resulta!, ¿verdad? Basta con que alguien nos insulte para estar reaccionando, basta que alguien nos dé unas palmaditas en el hombro para sonreír contentos; no sabemos gobernarnos a sí mismos, otros nos gobiernan; y eso de hecho es lamentable (somos incapaces)…
Es necesario COMPRENDER lo que es la MENTE, y lo que es el SENTIMIENTO y el SENTIMENTALISMO.
Si estudiamos al Ser juiciosamente, veremos que LA MENTE NO ES EL SER.
En la Teosofía se habla mucho del “CUERPO MENTAL”, las diversas escuelas de pensamiento le citan. No queremos con esto decir que todos los “humanoides” posean ya el Vehículo Mental; habrá “Manas”, como se dice en Sánscrito, o sea, Substancia Mental depositada en cada uno de nos, pero eso no es poseer, realmente, el vehículo de la Mente.
En todo caso la mente, sea que el ser humano posea ya tal vehículo, o que esté comenzando a crearlo, o que aún todavía no lo tenga, no es más que un instrumento de manifestación, pero no es el Ser…
EL SENTIMIENTO TAMPOCO ES EL SER. En un pasado me sentí inclinado a creer que el sentimiento, en sí mismo, correspondía de verdad al Ser; más tarde, después de severos análisis, me he visto en la necesidad de rectificar tal concepto; obviamente, el sentimiento deviene del CUERPO ASTRAL en los seres humanos.
Podría objetárseme diciendo “que no todos poseen ese precioso Vehículo KEDSJANO”, y en eso sí estamos de acuerdo; mas sí existe la emoción, la sustancia correspondiente en cada uno de nos; y de ella (sea que se tenga el Vehículo Sideral o no), deviene, claro está, eso que se llama “sentimiento”.
En su aspecto negativo, el sentimentalismo nos convierte, pues, en entes demasiado negativos, mas en sí mismo, el sentimiento no es tampoco el Ser; puede pertenecer al Centro Emocional, pero no es el Ser.
La mente tiene su centro, el CENTRO INTELECTIVO, pero no es el Ser. El Centro de la Mente, el Intelectivo, está en el cerebro, eso es obvio, pero no es el Ser. El sentimiento, que corresponde al CENTRO EMOCIONAL o al Cerebro Emocional, está en la región del Plexo Solar y abarca hasta los centros nerviosos simpáticos y el corazón, pero no es el Ser. (“El Ser es el Ser, y la razón del Ser es el mismo Ser”)…
¿Por qué hemos de dejarnos llevar nosotros por los Centros de la Máquina? ¿Por qué permitimos que el Centro Intelectual o el Emocional nos controlen? ¿Por qué hemos de ser esclavos de esta maquinaria? Nosotros debemos aprender a controlar todos los Centros de la Máquina, debemos convertirnos en amos, en señores…
Hay Cinco Centros en la Máquina, eso es obvio: El INTELECTUAL, que es el primero; el EMOCIONAL, que es el segundo; el MOTOR, que es el tercero; el INSTINTIVO, que es el cuarto, y el SEXUAL el quinto. Mas LOS CENTROS DE LA MÁQUINA NO CONSTITUYEN EL SER; pueden ponerse al servicio del Ser, pero no son el Ser; así, pues, ni la mente ni el sentimiento son el Ser.
¿Por qué sufren los seres humanos? Por qué permiten al pensamiento y al sentimiento que intervengan en las diversas circunstancias de la vida: Si nos insultan, reaccionamos de inmediato insultando; si hieren nuestro amor propio sufrimos, y hasta nos encolerizamos…
Cuando contemplamos todo el panorama de la vida, podemos evidenciar, claramente, de que hemos sido, dijéramos, leños en el océano, debido precisamente, a que hemos permitido que en las diversas circunstancias de nuestra existencia, se “entrometan” siempre la mente y el sentimiento.
NO LE HEMOS DADO OPORTUNIDAD A LA ESENCIA, AL SER, para que se exprese a través de nosotros; siempre hemos querido resolver las cosas por nuestra cuenta: Reaccionamos ante cualquier palabrita dura, ante cualquier problema, ante cualquier dificultad; nos sentimos heridos cuando alguien nos hiere, o contentos cuando cualquiera nos alaba; hemos sido víctimas de todo el mundo, todo el mundo ha jugado con nosotros; hemos sido, dijéramos, leños entre las embravecidas olas del gran océano, no hemos sido dueños de sí mismos…
¿Por qué nos preocupamos? (Me pregunto y les pregunto a ustedes). “Por los problemas”, me dirán. LA PREOCUPACIÓN, mis caros hermanos, es un hábito de muy mal gusto, DE NADA SIRVE, nada resuelve; uno tiene que aprender a vivir de instante en instante, de momento en momento.
¿Por qué ha uno de preocuparse?…
Así pues, ante todo, no permitir que la mente y que los sentimientos se entrometan en las diversas circunstancias de la vida; LA PERSONALIDAD humana DEBE VOLVERSE TRANQUILA, PASIVA; esto implica, de hecho, UNA TREMENDA ACTIVIDAD DE LA CONCIENCIA; esto significa aprender a vivir conscientemente; esto significa poner los basamentos para el despertar…
Todos quisieran ver, oír, tocar y palpar las grandes realidades de los Mundos Superiores; mas naturalmente, ¿cómo podrían los dormidos convertirse en experimentadores de las grandes realidades? ¿Cómo podrían, aquellos que tienen la Conciencia en sueños, ser investigadores de la vida en las Regiones Suprasensibles de la Naturaleza y del Cosmos?
Si nosotros despertáramos Conciencia, podríamos comprobar el hecho concreto de que el mundo no es tal como lo estamos viendo.
Muchas veces he dicho, y hoy lo vuelvo a repetir, que todas aquéllas maravillas que figuran en el libro de “Las Mil y Una Noches”, todos esos prodigiosos fenómenos mágicos de la antigua Arcadia, todos esos milagros de la Tierra Primigenia (de aquéllos tiempos en que “los ríos de agua pura de vida manaban leche y miel”), no han concluido, siguen sucediéndose de instante en instante, de momento en momento, aquí y ahora…
Podría objetárseme que: “Si eso es así, ¿por qué no los vemos? ¿Por qué no presenciamos lo insólito? ¿Por qué no se nos da la posibilidad de experimentar esas maravillas?” La respuesta es la siguiente: Nadie nos ha prohibido la capacidad de experimentación, nadie nos impide ver y oír lo que acaece a nuestro alrededor; si tales fenómenos no son perceptibles en este momento para nuestros sentidos exteriores, se debe a un solo motivo (y por cierto muy grave): ESTAMOS EN ESTADO DE HIPNOSIS, DORMIDOS; y el sujeto en trance hipnótico, se hace INCAPAZ PARA LA PERCEPCIÓN de tales fenómenos…
Mucho se ha dicho sobre el abominable ÓRGANO KUNDARTIGUADOR (Órgano fatal que la Humanidad tuvo en los antiguos tiempos)… No se ha perdido del todo; bien sabemos que aún existe un residuo óseo, en la base inferior de la Espina Dorsal; nadie lo ignora. Tal residuo pertenece al abominable Órgano Kundartiguador, y posee, entre otras cosas, un PODER HIPNÓTICO formidable; esa corriente hipnótica general, colectiva, es fascinante.
Si vemos a alguien, por ejemplo, vestido con extravagancia por las calles, no sentimos asombro; decimos, sencillamente: “¡Qué sujeto tan excéntrico!” Otro, que vaya con nosotros, dirá: “¡Así está la moda!” El de más allá exclamará: “¡He ahí un Hippie!”; y un anciano que pase por la “banqueta” de enfrente, se limitará a pensar: “¡Cómo está la gente de la Nueva Ola!”; pero, unos y otros, están en Estado de Hipnosis y eso es todo…
Sometan ustedes a cualquier sujeto X-X a un sueño hipnótico profundo; díganle luego que está en medio del océano, que se desvista porque se va a ahogar, y lo verán ustedes desvestirse, díganle que es un gran cantante, y lo verán ustedes cantando, aunque, en realidad de verdad, no haga sino dar alaridos; díganle que se acueste en el suelo, y se acostará, que se pare de cabeza y se parará, porque está en Estado de Hipnosis…
Hice, hace poco, un viajecito por allá, hasta el Puerto de Vallarta; allí existe (como en Acapulco), un barco para los visitantes; no tuve inconveniente alguno en comprar el pasaje que hubo de llevarnos hasta una playa cercana; el trayecto fue ameno, delicioso; navegar en el Pacífico resulta agradable…
Había allí cierto caballero de marras que la hizo de hipnotizador. Cuando resonaron los instrumentos del conjunto, dijo a las gentes que bailaran, y bailaron; que se tomaran de las manos, y todos se tomaron de las manos; a los novios que se besaran (se besaron); lo único que le faltó a aquél hombre, a aquél hipnotizador improvisado, fue decirles que se pararan de cabeza, pero todo lo que él ordenaba se hacía.
Era de reírse uno, y de admirarse al mismo tiempo, ver todas las maravillas que hacía el hipnotizador: Como jugaba con los pasajeros, como los hacía reír, como los hacía saltar, como los hacía dar vueltas, etc., etc., etc.
Claro, yo un sujeto que estoy acostumbrado a estar en ESTADO DE ALERTA-PERCEPCIÓN, ALERTA-NOVEDAD, me limité, exclusivamente, a ver a esos tontos en Estado de Hipnosis.
Observen ustedes la propaganda: “¡Compre usted tal remedio, infalible contra la tos!”… Cada anuncio da órdenes al pueblo hipnotizado para que vaya a tal o cual lugar, para que compre tal o cual jabón, tal o cual perfume; para que visite tal o cual consultorio, etc., etc., etc., y las gentes se mueven bajo las órdenes de los hipnotizadores, los cuales, a su vez, están también hipnotizados por otras gentes y por otras multitudes; como las mismas muchedumbres, todos andan en Estado de Hipnosis, de trance hipnótico…
Pero cuesta trabajo saber que uno está en Estado de Hipnosis; SI LAS GENTES SE LO PROPUSIERAN, PODRÍAN DESPERTAR de ese estado tan lamentable, pero desgraciadamente no se lo propone nadie.
Cuesta pues, repito, mucho, descubrir el Estado de Hipnosis en que uno se halla; uno viene a darse cuenta de que existe el hipnotismo, cuando la Fuerza Hipnótica fluye más rápido, cuando se concentra en determinado lugar, cuando se hace una sesión de hipnotismo; fuera de eso, fuera de tal momento, uno no se da cuenta de que está en Estado de Hipnosis.
Si uno pudiera despertar de ese sueño en que se halla, VERÍA ENTONCES LOS FENÓMENOS maravillosos que desde el principio del mundo se han sucedido a su alrededor…
Yo conozco fenómenos tan sencillos que cualquiera puede verlos; ¡son físicos, materiales, están a la vista de todo el mundo, y sin embargo, las gentes, viéndolos no los ven! Podrían decirme…, preguntar ustedes, y con justa razón (o podrían exigirme, para hablar más claro): “Si eso es así, ¿por qué no nos menciona siquiera uno?” ¿Motivos? Uno: Porque si yo les mencionara a ustedes cualquiera de esos fenómenos (que son perceptibles a simple vista), los verían de inmediato, mas morirían ustedes, porque resulta que todos esos fenómenos, actualmente, que corresponden a Fuerzas y Prodigios, ESTÁN CELOSAMENTE VIGILADOS POR CIERTOS ELEMENTALES muy fuertes, que al sentirse descubiertos, CAUSARÍAN LA MUERTE DE LOS CURIOSOS, y como no tengo ganas de crearme un Panteón por mi cuenta, me veo en la necesidad de callar…
Así pues, hermanos, SE HACE NECESARIO DESPERTAR, si es que se quiere percibir las grandes realidades de la vida; mas sólo es posible despertar sabiendo vivir.
¿Cómo podría despertar alguien que es un juguete de los demás? Si yo les insultara a ustedes en este instante, estoy seguro de que ustedes no me tolerarían, protestarían violentamente, y los mejores de ustedes se retirarían de inmediato…
¡Vean cuán fácil es hacerlos cambiar a ustedes!: Basta con que yo les diga una palabrita dura, y ya se ponen sonrojados y furiosos; ahora, si quiero halagarlos, me basta con decirles palabritas dulces, y ya están contentos; es decir, ustedes son víctimas de las circunstancias, no son dueños de sí mismos, y eso es lamentable, ¿verdad?
De manera, hermanos, que el que quiera ser amo de sí mismo, debe empezar por NO PERMITIR QUE LA MENTE Y LOS SENTIMIENTOS INTERVENGAN en los asuntos de la vida práctica.
Claro, esto requiere, repito, como ya lo dije, una tremenda PASIVIDAD DE LA PERSONALIDAD Y UNA ESPANTOSA ACTIVIDAD DE LA CONCIENCIA.
Precisamente eso es lo que necesitamos: Actividad de la Conciencia. Cuando la Conciencia se vuelve activa sale de su letargo, y entonces, es obvio que viene el despertar…
Ante todo, debemos comenzar por NO HACER LO QUE HACEN LOS DEMÁS. Cuando llego a los restaurantes, y voy con toda mi gente, a la hora de la comida puedo evidenciar el hecho de que todos pasan al baño a lavarse las manos. A mí me pueden tratar de “cochino”, de “sucio”, pero yo no paso a lavarme las manos.
Cuando se me interroga sobre el motivo, sobre el por qué, respondo: “Sencillamente porque a mi no me gusta hacer lo que los demás hacen, es decir, no me gusta ser máquina”… De manera que si los demás se paran en la cabeza, ¿yo también tengo que pararme en la cabeza? Si los demás andan en cuatro patas, ¿yo tengo que andar en cuatro patas? ¿Por qué? ¡No, hermanos! Necesitamos convertirnos en individuos, y eso solamente es posible desegoistizándonos, y no permitiendo que la mente y los sentimientos se entrometan en las distintas circunstancias de la existencia.
Cuándo nosotros comenzamos con este trabajo, cuando aprendemos a volvernos tremendamente pasivos, para darle oportunidad a las grandes actividades de la Conciencia, vemos que todo cambia.
Quiero citarles nada más que un hecho concreto: Hallábame en una casa, no importa cual; uno de los “niños-bien” de aquella casa, andando por ahí, por esas calles del mundo, convertido nada menos que en un Don Juan Tenorio, hizo de las suyas, por allá, con una muchachita…
Conclusión: Intervienen los familiares de aquella; pues claro, se presentan en esa casa los mismos, buscan al “nene de mamá”, al “niño-bien”. ¿Travieso? Eso sí, pero enamorado… ¿Parrandero y jugador? No lo sé; solamente sé que es un verdadero Don Juan)…
El padre de la dama viene, naturalmente, con intenciones de “balacear” al caballerito; Nadie se atreve a salir; sólo yo, que estoy ahí, hago acto de presencia; como se me ha dado la oportunidad de mediador, la aprovecho…
El furioso jefe de familia llama al jovencito aquél para la casa; detengo al jovencito y hago entrar al jefe de familia ofendido. Con gran dulzura y amor, invito al ofendido y al Don Juan a sentarse todos, y claro, ambos toman asiento…
Junto con el jefe viene una señora; comprendo que se trata de la madre de la dama. Hay palabras terribles, no falta sino sacar la pistola y dispararla; sin embargo, le digo al señor con buenas maneras: “Todo es posible arreglarlo; mediante la comprensión todo se puede solucionar; con matar no se resuelve ningún problema”…
Aquél hombre se sintió, pues, sorprendido; no pensaba que en aquélla mansión hubiera alguien tan sereno y tan tranquilo…
Hay conversaciones, intercambio amistoso entre el jefe y el Don Juan; todo se arregla y se marcha el ofendido llevándose su pistola con los cinco tiros, no disparó ninguno de tantos que quisiera disparar…
Y todo se arregló; ¿por qué? Porque yo puse un Estado de Conciencia Superior a aquél evento, al servir de mediador; mas si yo hubiera aconsejado a aquéllas gentes, a proceder con violencia; si yo mismo, “dándomelas” de muy buen amigo, hubiera respondido con duras palabras, las circunstancias habrían sido diferentes y el Don Juan hubiera ido a parar al Panteón, y estas dos familias se hubieran llenado de luto y de dolor…
De manera que las circunstancias de la vida dependen de nuestros Estados de Conciencia; CAMBIANDO UNO SUS ESTADOS DE CONCIENCIA, CAMBIAN LAS CIRCUNSTANCIAS, eso es obvio.
No podemos cambiar las circunstancias de la vida, si no cambiamos antes nuestros Estados de Conciencia…
Los invito pues, a ustedes, a la reflexión más profunda. Conforme nosotros vayamos permitiendo que la Conciencia se vuelva activa, conforme vayamos nosotros controlando la mente y el sentimiento, para que no metan sus narices donde no deben, el resultado será maravilloso, porque a medida que la Conciencia se vuelve activa, el proceso del despertar se acentúa.
Y no solamente cambian todas las circunstancias que nos rodean, sino que además, empezamos a notar que durante las horas en que el cuerpo físico duerme, nosotros trabajamos (vivimos, dijéramos), fuera del cuerpo físico en forma mas consciente.
Y así, a medida que la Personalidad se va volviendo pasiva, a medida que la mente y el sentimiento van siendo refrenados para que no se metan donde no deben, el despertar se irá haciendo cada vez más grande; y así, terminaremos convertidos en grandes investigadores de la vida en los Mundos Superiores…
Quien quiera despertar, debe hacerlo aquí y ahora; QUIEN DESPIERTA AQUÍ Y AHORA, DESPIERTA EN TODOS LOS RINCONES DEL UNIVERSO.
Bien, mis caros hermanos, hasta aquí con esta plática. Daremos, sí, oportunidad para que los que quieran preguntar, pregunten con la más entera libertad.
– Estudiante. Venerable Maestro, usted acaba de decir que no todos tienen el Cuerpo Astral. Mi pregunta va consistir en saber (desde luego que con su respuesta creo quedará bien aclarado), por qué la persona que sueña (y yo creo que todo el mundo sueña), está en su lecho, dormido, y sin embargo, sueña que está en lugar, ¿ahí qué hubo, una proyección del Cuerpo Astral o una proyección de la Conciencia, o una proyección del pensamiento?
– Maestro. Con el mayor gusto vamos a dar respuesta a nuestro hermano R. Ciertamente, el Cuerpo Astral o Cuerpo Kedsjano es un lujo que no todos los seres humanos se pueden dar. Nadie nace con Cuerpo Astral, excepto aquellos que en vidas anteriores lo crearon.
Cuando uno se ha dado el lujo de crear ese cuerpo, puede trabajar y vivir con tal vehículo en los Mundos Superiores en forma natural; tan natural, como vivimos en cuerpo físico. Mas como todos no han creado todavía ese maravilloso instrumento de la existencia, es claro, cuando actúe ya fuera del cuerpo físico, sea porque se haya escapado a través de la muerte, o durante las horas del sueño, ACTÚA EL EGO.
Quiere decir que la Esencia, el material anímico, dijéramos, el factor directriz de todos los procesos psicológicos que llevamos en nuestro interior, está embotellada entre el Ego, entre el Yo, el mí mismo, el sí mismo, y cuando llega la hora del sueño normal, común y corriente, el Ego, el Yo psicológico (dentro del cual está enfrascado la Esencia), abandona el cuerpo físico, para que el vehículo Vital pueda reparar al cuerpo denso; porque si el vehículo Vital no repara el cuerpo denso, el cuerpo denso muere.
Y para que el vehículo Vital pueda reparar el cuerpo físico se hace necesario que el Ego (entre el cual está enfrascada la Esencia), abandone el cuerpo físico. Entonces el Ego viaja por los distintos lugares del mundo, y claro, como quiera que lleva la Conciencia dormida, sueña, y los sueños son transmitidos a través del Cordón Plateado, y entonces llegan al cerebro físico. Pero es el Ego quien, dijéramos, sale fuera de la forma densa; eso es todo. ¿Hay alguna otra pregunta, hermanos? Puedes hacer tu pregunta.
– Estudiante. Habíamos hablado del falso Cuerpo Astral o Cuerpo de Deseos ¿Podemos nosotros identificar el Cuerpo de Deseos (asiento de las Emociones), con el Ego?
– Maestro. Ciertamente, EL CUERPO DE DESEOS NO ES MÁS QUE EL EGO MISMO; no es un cuerpo en sí… …es una serie de formas o agregados que se penetran y compenetran mutuamente sin confundirse. Que a ese Yo, a ese Ego, le llame alguno “Cuerpo de Deseos”, allá él; tampoco se le puede llamar Cuerpo en sí mismo, más si así quiere llamársele, que se le llame; sin embargo, no sería correcto, puesto que EL EGO NO TIENE INDIVIDUALIDAD ALGUNA, NO ES UN ORGANISMO; ES TAN SÓLO UNA SUMA DE AGREGADOS.
Si eso se hace de forma convencional, decimos: “Fulano de tal salió en Cuerpo Astral”. ¿Qué sabemos si ese fulano no tiene todavía el Cuerpo Astral? Salió fue en el Ego (dentro del cual está la Esencia, la Conciencia); estuvo un rato despierto y pudo vivir fuera del cuerpo físico, pudo moverse, viajar a distintos lugares. Lo que pasa es que el Ego hace las veces de Cuerpo Astral. Mas dista mucho de tener la perfección del Cuerpo Astral. El Ego es el Ego y eso es todo.
– Estudiante. …Sin embargo, usted dice que algunas personas informadas (aunque no de la Sabiduría Gnóstica, concretamente del Arcano A.Z.F., que no pueden fabricar los Vehículos Solares), pero sí que cultivan alguna Disciplina de índole Mística o Esotérica, ¿pueden por medio de la oración, de los buenos pensamientos, en el Ego, tener contacto con entidades Divinas? ¿Es posible que alguien esté despierto aunque esté embotellado en el Ego?
– Maestro. Pues, ciertamente, ES POSIBLE que por un instante alguien esté despierto aunque que esté embotellado entre el Ego. Si la Conciencia logra despertar, obviamente es porque el Ego ha perdido volumen; y cuando el despertar es radical, total, absoluto, el Ego ya no existe, ha desaparecido.
De manera que, a medida que el Ego va siendo reducido a cenizas, la Conciencia va despertado.
ESE DESPERTAR NUNCA ES INMEDIATO, SE VA ASCENDIENDO EN FORMA GRADUATIVA.
Normalmente, cualquiera puede tener 1% de Conciencia Despierta, o no tiene nada; otro puede que tenga un 2 y otro un 3%. Si la humanidad tuviera un 10% de Conciencia Despierta, ya no habrían guerras. Tener un ciento por ciento es algo muy difícil, sólo los Kumarás podrían tener ese ciento por ciento; los Grandes Prajapatis, los Grandes Elohim.
Maestros tan excelsos, tan grandiosos como Helena Petronila Blavatsky (que estudió a los pies del Venerable Gran Maestro K-H. en el Shangrila), sin embargo, no puede decirse que tenga un ciento por ciento de Conciencia despierta; tendrá un 50% pero no un ciento por ciento.
Ouspensky y Gurdjieff, sólo éstos lograron cierto porcentaje de Conciencia; pero decir que llegaron al ciento por ciento, es difícil. Si Gurdjieff tuvo 60 o un 70 fue bastante, pero el ciento por ciento solamente lo tienen Maestros como K-H., como Morya, como Jesús de Nazareth, como Hilarión (quien en… …se llamara “Pablo de Tarso”), Maestro Inmortal que conserva un cuerpo físico perfecto… …pero los Maestros que no han alcanzado a estas alturas todavía, que no han podido aún ingresar, dijéramos, a la parte más selecta de la Humanidad Divina, que no han alcanzado la Resurrección, todavía no gozan de ese porcentaje tan absoluto del 100%.
Así pues, mis caros hermanos, debemos de reflexionar profundamente. Alguien podría empezar por mejorar su porcentaje de Conciencia, tener el 5 o el 10%. En todo caso, conforme el Ego se vaya disolviendo, el porcentaje de la Conciencia se irá aumentando; y a medida que el porcentaje de la Conciencia va aumentando la capacidad para investigar en los Mundos Superiores se va haciendo cada vez más intensa.
También pueden lograr MEDIANTE LA MEDITACIÓN INTERIOR PROFUNDA que la Esencia, el Material Psíquico, SE DESEMBOTELLE aunque sea MOMENTÁNEAMENTE de entre el Ego, para experimentar Eso que es lo Real, Eso que no es del tiempo.
He dicho que… …cuando la Esencia o el Buddhata actúa en ausencia del Yo, del mí mismo, del sí mismo, se fusiona íntegramente, aunque sea momentáneamente con el Alma Humana en el Mundo Causal, y entonces actúa, dijéramos, algo así como en forma Búddhica. Puede sentir en sí misma, vivenciar en sí misma, un “elemento” que transforma radicalmente. Por eso es que la Meditación Zen, por ejemplo, y Chan resultan tan formidables: Porque permiten a la Esencia el desembotellamiento.
Si alguien ha experimentado en sí mismo, alguna vez, el Vacío Iluminador, es diferente a las demás gentes; quien haya sentido alguna vez ese “elemento” que transforma, indudablemente, que ese individuo en su provecho ha pasado por una experiencia grandiosa, que lo refuerza en sus profundidades más íntimas, que le da ánimo para la Autorrealización; que lo incita a una actividad tremenda contra el mí mismo, el sí mismo.
Porque una cosa es haber experimentado alguna vez el Vacío Iluminador en ausencia del Yo psicológico, y otra cosa es haber realizado el Vacío Iluminador.
Algunos hablan del Tao. Pero una cosa es, dijéramos, haber visitado el Tao en ausencia del Ego, y otra cosa realizar el Tao en sí mismos, aquí y ahora.
Nosotros necesitamos, hermanos, necesitamos realizar el Tao. Nosotros necesitamos, dijéramos, realizar en sí mismos, o Autorrealizar en sí mismos al Vacío Iluminador. Y eso solamente es posible, mis caros hermanos, trabajando intensamente, sabiendo vivir en la vida práctica; no permitiendo que la mente y los sentimientos intervengan en las diversas circunstancia de la vida, dándole oportunidad siempre a la Conciencia para que sea ella la que actúe y no nosotros.
Cuando procedamos así, de hecho nos colocaremos en el camino que nos ha de conducirnos de una forma efectiva al despertar.
Necesitamos ser diferentes a las multitudes que nos rodean… …no hacer lo que hacen los demás; necesitamos convertirnos en verdaderos individuos.
Hoy por hoy no somos sino máquinas: A una máquina se le toca un botón y mueve una rueda, se le toca otro botón y la deja de mover; se le mueve una palanca y echa para adelante, se le mueve otra y echa para atrás. Así somos nosotros: Nos hacen y hacemos, nos dicen y decimos, nos hieren y herimos. Cada cual puede jugar con nosotros como le dé su gana. Somos víctimas de todo el mundo. Es la cruda realidad de los hechos. Hasta aquí, mis caros hermanos…